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30 sept 2008

DIGNIDAD Y ORGULLO DEL ESTUDIANTE DE UNIVERSIDAD PÚBLICA


Existe, en nuestro país, un grupo selecto de ciudadanos, cuyas capacidades y cualidades intelectuales les dan derecho a ser llamados estudiantes públicos. Este gran honor esta reservado a aquellos llamados a ser los protagonistas de la historia del país, pues, es la función social esencial y máxima responsabilidad del estudiante de la universidad publica, pensar y debatir sobre su realidad, para, fruto de ellas, alcanzar el fin ultimo del interés publico: el bien comunal. La universidad publica existe gracias al pueblo y debe responder a los intereses de este; si bien, su financiamiento depende de las rentas de la nación, que no son más que los múltiples impuestos recaudados en el país, y en el nuestro la carga tributaria no recae sobre las clases altas, mucho menos sobre el sector industrial ni, aun más absurdo, sobre el sector financiero, la universidad publica es financiada por el ciudadano de a pie, por los obreros, los trabajadores, el campesinado, los desplazados y toda clase de miserables, no pobres, eso somos el resto, que deben pagar un 16% al estado para poder comer arroz con agua de panela dos veces al día y lavar su ropa con jabón de barra.

Así entonces, la universidad pública, debe ser la cuna de la libertad de expresión, un claro reflejo de todas las realidades de la nación y las regiones, transformándose en semillero de ideas que lleven a la vanguardia la nación y propendan por un desarrollo económico y social. Como lo hicieron en julio de 1789, mayo 1968 y noviembre 2005 los estudiantes parisinos.

Sin embargo, esta función social del estudiantado, resulta ser una piedra en el zapato para las clases elitistas y neoliberales que gobiernan nuestro país. La universidad y sus estudiantes que reclaman, entre sus últimos alientos, por no caer en la agonía sinuosa de la privatización, que acallaría su voz libertaria, la misma que grita por abolir la injusticia social, que cunde de miseria las ciudades y plaga los campos de hambre, aquel estudiantado que -peor aun- denuncia el descaro de un gobierno corrupto, criminal y fascista, que juega con la dignidad del pueblo, a quien hoy vende y arrodilla ante las multinacionales, con la complicidad farsante de los medios masivos de comunicación.

Muestra última de ello, constituye el episodio de las semanas anteriores, protagonizado por la senadora Gina Parody y el canal RCN. Como es de conocimiento general, la madre de la patria resolvió divulgar una serie de videos, encontrados en you tube, en los cuales un grupo de estudiantes encapuchados y en formación, se presentan ante los estudiantes de primer semestre de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, durante sus jornadas de inducción, como miembros de las juventudes Bolivarianas, arengando en contra del gobierno y denunciando el continuo abuso de la elite, además de su perpetua masacre en contra de los defensores de los intereses populares, entre ellos el estudiantado, victima crónica de la persecución y desaparición por parte de las fuerzas del estado y los grupos paramilitares, de quienes, cada vez más, se comprueba su vinculo con las fuerzas armadas. Tomando como base este video, la senadora sostiene que los estudiantes, profesores y hasta directivos de las universidades públicas estamos siendo victimas de un adoctrinamiento continuo y certero por parte de los grupos guerrilleros que luchan en las montañas, valles y llanos de Colombia. Hemos sido infectados por la farcpolitica y en nuestro pensamiento pululan las ideas terroristas. Resulta que, para la senadora, la presencia de encapuchados esta llevando las universidades publicas al acabose intelectual, convirtiéndolas en templos autónomos, donde se adoctrinan fieles a los movimientos armados, dispuestos a abandonar su vida familiar, social, sexual, su carrera, sueños y aspiraciones para tomar un arma e ir a la montaña a combatir, cuando, irónicamente, un gran porcentaje de la población masculina de las universidades publicas ha hecho hasta lo imposible para evadir el servicio militar obligatorio. Afirma, además, que somos el nuevo blanco de las operaciones de reclutamiento del secretariado general de las FARC-EP, al aseverar, en entrevista dada a la noche de RCN, que “al subir Cano como numero uno de las FARC, se enfoco en las universidades publicas con el fin de fortalecer la presencia urbana de las milicias”, desconociendo con esto la presencia histórica de dichos grupos al interior de las universidades publicas. Al punto tal, que uno de los más grandes movimientos armados del país, el ELN, es fundado en una cafetería de universidad publica, fruto del debate estudiantil y obrero, sumado al accionar armado del régimen.

Accionar armado del cual es consecuencia la capucha, esconderse tras ella no es un acto de cobardía, sino de supervivencia, no busca infundir terror en quien la ve, sino coraje en quien la porta, le permite evadir al verdugo, quien, de descubrir su rostro, cercenaría su cabeza y si es posible la de su familia y amigos; no refugia en el anonimato al criminal, facultad dada a ciertos fiscales y jueces de justicia y paz, silencia la identidad del luchador cuyo nombre busca acallar el establecimiento. La capucha es testimonio de la dignidad del estudiante, quien, a pesar de tener conciencia clara del riesgo que corre al arengar en pro de la re-evolución, decide apostarse el todo por el todo y esconder su rostro tras el temor de ser descubierto, perseguido y muy posiblemente torturado, asesinado y desaparecido. Pues, para cualquier estudiante de universidad pública, produce más terror y zozobra la continua presencia de miembros del ESMAD en las puertas de las universidades y del DAS en las asambleas y salones, que la de un encapuchado o varios, con bata y todo, al interior de los campus. ¿Liberación o muerte?

Parece ser que la senadora, los periodistas y el pueblo se han olvidado del sinnúmero de compañeros que han sido masacrados, desaparecidos y torturados vilmente, y no solo ellos, sino, además, el raudal de estudiantes y profesores que hoy son refugiados políticos, a causa de la persecución del estado. Ejemplo de ello es el promedio de nueve desaparecidos por semana, de las diferentes organizaciones estudiantiles y sindicales del sector educativo, durante el primer periodo de gobierno del régimen uribista. La misma UPTC es victima del asedio a los compañeros que se presentan al debate sin la famosa capucha, uno de ellos, José Luís Blanco debió abandonar sus estudios recientemente, acosado por las insistentes amenazas de los grupos paramilitares, del cual hoy en día son blanco varios compañeros de nuestra universidad. Sin embargo, la senadora se escandaliza ante la presencia de encapuchados en el campus universitario, lo considera un acto que genera terror en el estudiantado y señala de criminales de la más alta calaña a quienes la portan, indignos de ser estudiantes. Todo esto, sin tener en cuenta el legado de sangre que han dejado, a través de la historia, el martirio de miles de compañeros, desde Uriel Gutiérrez aquella nefasta tarde capitalina de 1956, y que hoy, aunque la senadora y muchos no lo crean, ya suman más de un mil los muertos de las universidades publicas colombianas y más de dos millares los desaparecidos y refugiados. Pero, aun así, nos preguntamos el por qué de la capucha, tal vez la respuesta a la pregunta la tengan los agentes de la SIJIN, la inteligencia militar y el DAS que recorren los pasillos de nuestra(s) universidad(es). Cosa que creo no sucede en las universidades privadas, donde la senadora Parody y la periodista Gurizatti vivieron sus años universitarios Muy seguramente nos podrán contestar quienes son los mártires de la iglesia o el año en que murió Ignacio de Loyola y nació el ex-presidente López, pero , ignorantes del valor de la libertad de cátedra, difícilmente comprenderán la complejidad del verdadero debate universitario, pues, instruidas en un debate de ideas reducido, poco universal, coartado por los principios de la educación privada, donde lo único importante es generar obreros para el sector privado, industrial, financiero y comercial, carentes de todo espíritu critico, no entienden el tejido social del país y pretenden verlo todo color de rosa uribista, por tanto, cualquier manifestación política y social que no corresponda a su ideal, se convierte en una amenaza terrorista al establecimiento.

La reflexión, debe encaminarse entonces, al interior de la universidad pública, respecto a cuales son las intensiones de la senadora uribista, al exponer al señalamiento a los estudiantes de las universidades publicas, presentándolas como focos de pensamiento guerrillero. Ahora resulta, que el estereotipo de tira piedra sin sentido, que tenemos los estudiantes de las universidades públicas, se ha reafirmado en el colectivo social. Por tanto, toda manifestación, marcha, paro o asamblea no es más que una acción de guerra del secretariado, la cual debe ser repudiada por la mayoría que lo único que quiere es la paz del país, slogan ya bastante manipulado por los medios de comunicación y el régimen uribista, quienes se han empeñado en criminalizar la protesta. Y así lo hacen. Descaradamente nos muestran a los estudiantes que reclamamos en nombre del pueblo al que representamos, como secuaces del terrorismo y la barbarie, mientras los políticos que asisten a reuniones para re fundar la patria junto con los paramilitares, autores del más grande genocidio y desplazamiento de civiles de América, son llamados doctores y aun se presume su inocencia o cínicamente son exonerados por la para-Fiscalia General de la Nación.

Desconocerá la senadora, quien parece muy ignorante del contexto nacional, el hecho de que quien es señalado como contradictor del régimen uribista, inminentemente es declarado objetivo militar de los paramilitares, hoy llamados águilas negras, quienes parecen operar bajo el principio de quien no esta con nosotros esta en nuestra contra, precepto del régimen uribista, quien tilda todas las iniciativas populares en reclamo y oposición a sus disposiciones, como obra de la influencia funesta de las FARC-EP. ¿O será esta su intención? Eliminar la voz del estudiantado, justificar la presencia de la fuerza publica en los campus universitarios públicos, a través de la filtración de inteligencia, hoy una realidad, que conllevara como resultado la desaparición de todo aquel que represente una alarma de subversión y libre pensamiento. No hay que olvidar, que los regimenes autoritarios, tienen como regla la eliminación selectiva del estudiantado opositor, la historia latinoamericana así lo demuestra, casos como el chileno, el argentino, el mejicano y la misma historia de fines del siglo XX en nuestro país, son prueba de ello. Es claro que el régimen uribista ha buscado, desde su primer periodo en el poder, controlar militarmente las universidades. O, de forma infame, lo que busca la madre de la patria es venderla. Si, a la universidad que es patrimonio del pueblo. Al mostrarnos como terroristas, esta dando a entender que aquí no sirve de nada darle educación al pueblo, si esta se dedica a cuestionar el establecimiento, que los estudiantes de universidad publica pierden su tiempo y desperdician los impuestos del pueblo, cancelando continuamente semestre para no graduarse y continuar con sus accionares guerrilleros, cuyo reflejo son los continuos paros, marchas, pupitrazos, bloqueos y asambleas, que tienen como único objetivo incentivar el desorden publico y aleccionar nuevos fieles a la doctrina guerrillera. Que, estas manifestaciones de protesta, no tiene nada que ver con el estado en que se encuentra, no solo la universidad, sino, en general, la educación publica y la nación, fruto de los pésimos manejos de los gobiernos neoliberales que han pauperizado los derechos básicos de los ciudadanos. Sugiere entonces, la senadora, que la salida es vender las universidades, para que, una vez en propiedad de los privados, pierdan toda autonomía, sumándose a ello la extinción de todas aquellas carreras con escasa demanda del sector privado, especialmente las ciencias puras, humanas y sociales junto con las artes, semilleros del pensamiento universitario y plazas de debate del mismo.

Sea cual sea la intención de la senadora y los medios de comunicación, los dos financiados por los grandes grupos económicos del país, a quienes invitamos a realizar el mismo cubrimiento mediático sobre la desfinanciaron de la universidad publica y la crisis educativa. Lo único que han hecho es lanzar una estrategia terrorista en contra de los estudiantes de las universidades públicas, alimentando los prejuicios de un pueblo ya bastante alineado y aterrorizado. Exponiendo como objetivo militar al estudiantado. Burlándose de la dignidad y el orgullo de ser estudiante de la universidad pública, degradando nuestro pensamiento y borrando de la memoria colectiva la lucha de los movimientos estudiantiles por la universidad pública y las justas causas del pueblo. Desechando el profundo trabajo político que realizamos los estudiantes sin capucha, pues, es sin capucha que salimos a marchar, organizamos y frenteamos los paros, sin capucha escribimos lo que pensamos, a veces, hasta en las paredes, único medio masivo de comunicación que nos pertenece. Sin capucha se dinamiza el debate universitario y se deciden los accionares del movimiento estudiantil en asamblea general estudiantil. Sin capucha salimos en la foto del carné y nos graduamos para trabajar por un país sin capuchas, ni jefes de encapuchados en el poder.

No somos terroristas, somos la voz de un pueblo digno que se levanta a luchar con coraje y entereza. Los estudiantes debemos subvertir al pueblo, convocarles a reclamar sus derechos y exigir el cumplimiento de los deberes constitucionales y morales de los gobernantes. Los estudiantes de la universidad pública somos llamados a ser quienes organicen y guíen al pueblo, hacia una nueva Colombia. Es este el momento de unir nuestras fuerzas para limpiar el nombre del movimiento estudiantil universitario, levantarnos por nuestra dignidad de estudiantes y decirle a todos los ciudadanos, al mundo y al régimen fascista que nos gobierna, con orgullo, que no somos estudiantes de la universidad publica por ser terroristas, sino, por ser las mentes mas brillantes del país. La voz del pueblo que marcha hacia un futuro, fruto de las luchas del presente.
René Jiménez.
Est Economía UPTC

Con capucha o sin ella a estudiar y a luchar por el poder popular. Ni un paso atrás.

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