Preocupación por asesinato en la Universidad de Antioquia

Pasadas las seis de la tarde de ayer, cuando todavía la Universidad de Antioquia está repleta de estudiantes que terminan su jornada de estudios, se oyeron disparos en el primero piso del bloque 14, donde está ubicada la facultad de derecho. La confusión fue total. En el piso yacía sin vida el cuerpo de Jorge Andrés Isaza Velásquez, un joven de 28 años que cursó hasta quinto semestre de derecho en este centro educativo pero que ahora trabajaba como mensajero.

Inexplicablemente, una pareja de encapuchados burló la seguridad del claustro e ingresó armada. Se dirigieron hasta el bloque ubicado al costado occidental y le dispararon al estudiante en seis oportunidades. Isaza había tenido sido retirado de la Universidad por bajo rendimiento académico.

Martiniano Jaime Contreras, vicerrector de la Universidad de Antioquia, salió tiempo después a confirmar la noticia. “Esto nos cogió por sorpresa, ya que se venían tomando las medidas de seguridad con requisas a la entrada para evitar el ingreso de personas ajenas que vienen a delinquir”, aseguró.

Desde hace algunos días, a través e correos electrónicos, 30 estudiantes han sido amenazados por un grupo que se hace llamar “Autodefensas de Antioquia”.

“Desde hace tres años venimos investigando a los guerrilleritos encapuchados y no encapuchados que son responsables de los tropeles y las marchitas, las asambleitas, las bombas papas, y los paros en la Universidad de Antioquia. Los tenemos identificados, y ya no queremos que sigan engañando a la gente con su discurso marxista y comunista”, dicen algunos de los correos.

Pese a la coincidencia entre las amenazas y el asesinato del ex estudiante dentro de la universidad, este último no figuraba entre los amenazados.

Tal parece que las intimidaciones se han venido incrementando por la llegada de la cumbre del BID en Medellín, que comienza en dos semanas, y la elección del rector de la universidad, que siempre genera tensiones.

El gobernador de Antioquia Luis Alfredo Ramos, quien es presidente del Consejo Superior de la Universidad, dijo que de ahora en adelante la universidad tendrá permanentemente un fiscal especializado y se endurecerán los controles de ingreso de vehículos y personas al claustro. Aunque en varias ocasiones se han prohibido, las ventas ambulantes se terminarán definitivamente.

Un egresado de la universidad, que pidió mantenerse en el anonimato, dijo a Semana.com: “Esa no es la solución. Al entrar siempre hay requisas, piden el carné, revisan las maletas. El problema es que siempre estigmatizan al movimiento estudiantil sin fijarse en los paras, en las bandas o en las milicias que están por todas partes y que han sabido infiltrarse en la universidad”.

Por lo pronto, 30 policías están detrás del hombre y la mujer que dispararon contra Jorge Andrés.