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8 jun 2008

Abajo el control fascista sobre las Universidades

Las recientes declaraciones del rector de la Universidad Nacional, Moisés Wasserman, contra la actividad estudiantil y su justa lucha contra los planes de reestructuración de la educación superior, son claramente representativos de la visión que tienen las clases dominantes, y entre ellos ese sector ultra reaccionario encabezado por Álvaro Uribe Vélez y José Obdulio Gaviria, de lo que es y debe ser la universidad estatal: centros de formación y disciplinamiento al servicio del sistema, de mantenimiento del orden opresivo; de un pensamiento único al servicio de la clase dominante y la lucha contra el pensamiento crítico; universidades confesionales y acusadoras del disentimiento.
Es algo que cada vez más le exige la situación a las clases dominantes. Las condiciones del pueblo tienden a ser cada vez más insoportables, más miseria y más represión son los planes de los de arriba para “solucionar” los problemas de los de abajo; el mundo es un hervidero de contradicciones, los conatos de levantamiento popular son permanentes y las universidades no están lejos de eso; una parte importante de la crítica y la oposición al régimen se origina en las universidades del Estado, intelectuales, académicos y estudiantes que no están dispuestos a ser cómplices de un sistema y un Estado criminal, que señalan sus fisuras y llaman a no hincarse y levantar la cabeza.
Un régimen fascista en las universidades y la sociedad
Los hechos confirman, una y otra vez, la configuración de un régimen fascista en Colombia (“Estado Comunitario”). Se ha configurado en el poder un pensamiento fascista que se deja ver claramente en las exclamaciones permanentes de las autoridades académicas fascistas a militarizar la universidad, “que eso sería más fácil de pagar, o más barato, que un nuevo estatuto estudiantil” –parafraseando al “señor” rector de la Universidad Nacional en una de las entrevistas televisivas recientes. Un trabajo permanente por imponer un pensamiento único, a través de tergiversaciones de la realidad elaboradas minuciosamente por los medios de información masivos, pretendiendo aislar a las masas de los luchadores estudiantiles. Al igual que el ultimátum del criminal Uribe Vélez de la toma de las universidades por parte de la policía y la captura de los “infiltrados y terroristas”. Campañas de masas fanatizadas para limpiar el nombre manchado en sangre de la policía y los militares y el llamado al recogimiento de la nación entorno a “nuestras fuerzas armadas y de policía” que protegen su orden y están allí para maltratar al pueblo combinado con las movilizaciones (como la del 4 de febrero) en defensa de la “seguridad democrática” y de Álvaro Uribe y la legitimación del paramilitarismo, porque según su lógica son consecuencia del problema principal que es la guerrilla, considerada por ellos “apatridas” mientras se feria la nación en las vitrinas internacionales. Los señalamientos de “crímenes de pensamiento” que han puesto en marcha los imperialistas yanquis y que se ha abanderado de ello José Obdulio Gaviria en sus ataques a los libre pensadores y críticos del régimen. Son la confirmación de la estructuración de un gobierno fascista. Captemos todo lo que significa y el riesgo que se corre si no se desarrolla la lucha popular contra todo esto.
Necesitamos aprender a reconocer que detrás de cada declaración, hecho y acción hay intereses de clase en juego, significa adoptar una concepción científica de los diversos aspectos de la realidad para poder transformarlos en beneficio del pueblo es necesario pararse siempre desde el punto de vista de las clases trabajadoras y de cuales son sus intereses a largo plazo, para tomar decisiones que contribuyan a su liberación. Al no hacerlo, es muy posible que se termine tomando decisiones en pos de la defensa de un pequeño sector de la población o se adopte la cosmovisión de la burguesía, los terratenientes y el imperialismo, pues la burguesía nos ha enseñado a pensar según su lógica, concepción del mundo y su balance de la historia.
La lucha popular frente a dos sistemas de gobierno bajo el mismo sistema de Estado
Al no tener una política correcta que corresponda a los intereses del pueblo, a la realidad y al futuro que queremos construir, es muy posible que las diversas tácticas de la burguesía nos confundan, y se termine defendiendo a un sector de la clase dominante para luchar contra el otro, sin ver que el problema es el sistema en su conjunto y no solamente determinadas políticas. Necesitamos aprender que la clase dominante recurre a dos sistemas de gobierno, dos métodos de lucha por sus intereses y en defensa de su dominio, métodos que van alternándose o que se entrelazan en distintas combinaciones. Es, en primer término, el método de la violencia, el método que no admite concesión alguna al movimiento obrero, el método que apoya a todas las instituciones viejas y ya caducas, el método que rechaza rotundamente las reformas. El segundo método es el del “liberalismo”, el de dar pasos en el sentido del desarrollo de los derechos políticos, en el sentido de las reformas, de las concesiones, etc.
Cuando la burguesía alterna de una a otra táctica, lo hace por el profundo carácter contradictorio de su situación y no por la voluntad de algunos individuos de su clase; la burguesía en no pocas ocasiones logra sus objetivos por medio de la política “liberal” y en otras por medio de la política conservadora; pero la política liberal es más “astuta”, gracias a ella logra engañar a parte de los trabajadores y sus representantes. De tal manera los revisionistas (falsos comunistas y falsos revolucionarios) declaran “anticuada” la doctrina de la lucha de clases y comienzan a aplicar una política que, de hecho, significa una renuncia a la lucha de clases. Los zigzags de la táctica burguesa generan un reforzamiento del revisionismo y el reformismo en el movimiento obrero y popular, y muchas veces provocan en el seno de este discrepancias que suelen llevar a la división.
En la actual situación cuando el sector Uribista mantiene la iniciativa al interior de las clases dominantes, es decir el sector más retardatario, reaccionario y fascista, es muy común que sectores del pueblo se dejen confundir y planteen algún tipo de alianzas con sectores del Partido liberal (Cesar Gaviria, Horacio Serpa, etc.) y más que eso terminen adoptando el punto de vista de ese sector de la burguesía, olvidando que son parte de la clase dominante y que en conjunto defienden el sistema de capitalismo burocrático ligado al imperialismo que existe en Colombia y que algunas de sus declaraciones no son más que demagogia para atraer al pueblo a su política. Una vez más se requiere comprender de fondo la situación y tener un justo balance de la historia, y eso requiere apropiarse de una concepción materialista dialéctica.
El estatuto estudiantil de la Universidad Nacional, y que va camino a la implementación en el resto de universidades del Estado, es la aplicación de esta misma línea, aparte de complementar los planes de mercantilización de la educación del sistema capitalista. La lucha estudiantil contra este estatuto es justa, entendiendo que debe hacerse en el marco de los planes generales que tiene el Estado para ejercer mayor control sobre el pueblo. Hacer algo distinto, verlo como un mero asunto estudiantil es hacerle el juego al sistema y desubica, oculta el blanco, en la línea y las acciones que debe desarrollar el movimiento estudiantil y no le permite ligarse, cuando es absolutamente necesario, a las masas populares para juntos avanzar en el camino de la solución de los principales problemas de la nación.
Para hoy ha sido llamado el allanamiento y la toma de los claustros universitarios, hace rato tienen policías y paramilitares haciendo vigilancia eso no es nuevo, no debemos bajar la guardia ni amilanarnos, debemos prepararnos. Pero eso implica “armar” principalmente nuestras mentes y tener claros los puntos de ataque, extender los lazos y unirse a amplios sectores populares y profundizar en la comprensión de los problemas, avanzar en la construcción del movimiento popular. Esa es tarea de los estudiantes del pueblo, esa es nuestra tarea, en ella nos hemos comprometido y llamamos urgentemente a los estudiantes a que se unan en torno a ella y que juntos forjemos el movimiento que necesitamos.

¡Contra el control fascista de las universidades: Organizarse y Resistir!
¡Contra el fascista estatuto estudiantil, Organizarse y resistir!
¡La expresión política es un derecho del pueblo! ¡La lucha estudiantil y popular no es terrorismo!
¡Contra el régimen fascista y pro imperialista de Uribe, organizar la resistencia popular!
¡Por una educación al servicio del pueblo: Organizarse y resistir!
¡Con la lucha se conquistan libertades y derechos, con la lucha se defienden!
Movimiento Estudiantil Popular y Antiimperialista
3 de junio de 2008
mepopular2007@yahoo.es

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