RECORDANDO A PACHO ; El 10 de diciembre de 1987 fue asesinado en Medellin, Francisco (Pacho) Gaviria, estudiante de la Universidad de Antioquia

El 10 de diciembre de 1987, día internacional de los derechos humanos, un comando armado de agentes de los servicios de seguridad del Estado, se tomaron a la fuerza las instalaciones de la Cooperativa de trabajadores de Siderurgica de Medellín ubicadas en Bolívar con La Paz y secuestraron a Francisco Gaviria “Pacho” a quien asesinaron posteriormente.

Pacho era estudiante de la facultad de comunicación social de la Universidad de Antioquia, líder estudiantil, militante del Partido Comunista y de la Unión Patriótica. Su asesinato no fue un caso aislado, era parte de todo un plan de exterminio de profesores y estudiantes demócratas, 17 miembros de la Universidad de Antioquia fueron asesinados en el segundo semestre de ese año fatídico de 1987.

Pacho llevaba la alegría en la piel, desde joven se vinculó a la Juventud Comunista en donde se destacó por su actividad propagandística, fue parte de una brigada de pintura mural creada por la JUCO para divulgar sus propuestas electorales, llamada “Brigada Hernando González”, en épocas de elecciones era común encontrarlos por las calles de Medellín adornando los muros con sus artísticos llamados a votar por el cambio y por un nuevo país, vestidos de overol, con pinta de pintores de brocha gorda, se tomaban una calle y al ritmo de la música de Víctor Jara y Quilapayun, unos 25 jóvenes que integraban la “Brigada” llamaban la atención de los transeúntes que se detenían a observar como iba surgiendo en la ciudad una manera diferente, artística de promover a los candidatos de la Unión Patriótica.

Eran años de luchas estudiantiles, de denuncia del paramilitarismo que estaba naciendo en el país, el movimiento “Muerte a secuestradores MAS” estaba inundando de sangre los campos colombianos; grandes movilizaciones estudiantiles salían todos los días de los predios de la Universidad de Antioquia buscando el centro de la ciudad para denunciar la represión del sistema, generalmente, las marchas llegaban hasta la altura de la Lavandería Real en Bolívar con Zea, allí la fuerza publica reprimía la marcha y se presentaban fuertes enfrentamientos entre estudiantes y policías, al frente de esos combates siempre encontrábamos a Pacho, defendiendo el derecho popular a la movilización.

Eran épocas de sueños, de esperanzas. En 1984, las FARC y el gobierno de Belisario Betancourt habían firmado un acuerdo de paz que dio surgimiento a la Unión Patriótica, miles de colombianos vieron allí la posibilidad de acabar con la guerra en Colombia y se sumaron a este proyecto de abrir un espacio político para que los guerrilleros abandonaran la lucha armada y se vincularan a la actividad política urbana. Pacho, abrazó esta propuesta con su alegría característica, como estudiante de comunicación, hizo parte de la Comisión de Propaganda de la UP en Medellín, su marca quedó registrada en la actividad de publicidad de la Unión Patriótica y en una Banda de Guerra que encabezaba las marchas de la UP por las calles de la ciudad, pero el militarismo que ha hecho de la guerra una fuente de financiación cortó de raíz estos sueños populares, miles de miembros de ese grupo político fueron asesinados en todo el país en uno de los mas aberrantes casos de exterminio popular en la historia de América Latina, muchos pretextos se han esgrimido para justificar este crimen, los del Estado, que ejecutaba el exterminio, diciendo que la UP era el brazo político de la guerrilla, los de los indiferentes, diciendo que la UP no había roto con la combinación de las formas de lucha. Pacho fue uno de esos soñadores asesinados.

Eran tiempos de represión; América latina venia saliendo del duro periodo de las dictaduras militares, el Departamento de Estado de Norteamérica estaba asimilando el rechazo mundial de su política de apoyo a las sanguinarias dictaduras militares del Cono Sur y comenzaba a aplicar en Colombia el Plan Cóndor que había llenado de sangre a los hermanos pueblos de Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, Brasil, Bolivia y ensayaba un sistema mucho más tenebroso, más macabro que era aplicar el mismo sistema de represión y muerte pero no apoyado en los dictadores militares sino, a través de “gobiernos democráticos”, una oscura alianza entre los sectores mas sanguinarios del narcotráfico y los servicios de inteligencia del Estado se venia construyendo, desde la intelectualidad y los sectores universitarios y democráticos se comenzó a denunciar esta macabra relación que surgía con la formación del MAS. Esta organización había anunciado su surgimiento en la noche del 2 de diciembre de 1981, el estadio Pascual Guerrero de la ciudad de Cali se preparaba para presenciar el duelo entre el Deportivo Cali y el Atlético Nacional de la ciudad de Medellín, cuando el arbitro del partido se disponía a dar el pitazo inicial, una avioneta que volaba a baja altura interrumpió el himno nacional y cubrió el estadio con unas hojas volantes en donde se anunciaba el surgimiento de una organización irregular que se dedicaría a perseguir a los secuestradores, la nota estaba firmada con una sigla hasta ese momento desconocida : “Muerte a secuestradores MAS”.

El pretexto lo había dado el M19, que una tarde de noviembre había secuestrado en Medellín a Marta Nieves Ochoa, hija de Fabio Ochoa, padre de los ochoa Vásquez reconocidos narcotraficantes paisas. Quien se encargó de presentar al grupo en sociedad fue Carlos Ledher Rivas un narcotraficante hasta entonces desconocido para los colombianos y quien con un aviso pagado en la prensa de Manizales, explicaba la conformación de la organización, decía el aviso publicado en La Patria que el grupo estaría conformado, por mercenarios extranjeros de Vietnam y Suráfrica, y "grandes del F2, guerreros del B2, inteligencia del DAS, halcones de la Fuerza Aérea y tiburones de la Marina". La alianza entre el narcotráfico y los servicios de inteligencia estaba naciendo, para ello 223 jefes mafiosos habían colocado cada uno dos millones de pesos y 10 de sus mejores hombres según se leía en el comunicado que cubrió la gramilla del Pascual Guerrero.

Pero eran también tiempos de resistencia. Mientras la clase política y la hipócrita sociedad antioqueña recibía el surgimiento del MAS con un silencio cómplice, los sectores democráticos representados fundamentalmente por los profesores y estudiantes universitarios ponían la voz de alerta, el Comité de Derechos Humanos encabezado por Héctor Abad Gómez denunciaba esta alianza macabra, allí estaba Pacho con su convicción de que la democracia no se puede construir aliándose con delincuentes.

Marta Nieves Ochoa había sido secuestrada por el M19 cuando salía de clases de la Universidad de Antioquia, y desde allí surgía la mas dura resistencia a esta política represiva, por eso los asesinos declararon a la Universidad uno de sus mas importantes objetivos militares, 17 miembros de la institución fueron asesinados en el transcurso de ese semestre, la universidad fue militarizada, el terror y el pánico cundió por todos el campus universitario, decenas de estudiantes y profesores tuvieron que abandonar la ciudad y el país, la ciudad se quedó callada, la clase política se alió a los nuevos caporales.

En el baño de sangre cayeron por las balas del sistema: Darío Garrido Ruiz, Profesor de la Facultad de Odontología, asesinado el 3 de julio de 1987. un día después fue asesinado Edison Castaño Ortega, Estudiante de la misma Facultad. José Abad Sánchez, Estudiante de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, fue desaparecido, torturado y asesinado el 14 de julio de 1987.Yowaldin Cardeño Cardona, Estudiante del Liceo de la Universidad de Antioquia, fue asesinado el 27 de julio de 1987. José Ignacio Londoño, Estudiante de la Facultad de Comunicación Social, fue torturado y asesinado el 2 de agosto de 1987. John Jairo Villa Peláez, Estudiante de la Facultad de Derecho, fue torturado y asesinado el 26 de julio de 1987.Carlos López Bedoya, Profesor de la Facultad de Ciencias Sociales, fue asesinado el 3 de agosto de 1987, dos horas después de haber sido sepultado el estudiante José Ignacio Uribe Londoño. Gustavo Franco Marín, Estudiante de la Facultad de Ingeniería, fue asesinado el 5 de agosto de 1987. Pedro Luís Valencia, Médico, Senador de la República por la Unión Patriótica y Profesor de la Facultad de Enfermería y Salud Pública, fue asesinado el 14 de agosto de 1987. Leonardo Betancur Taborda, Profesor de la Facultad de Medicina y Héctor Abad Gómez, Profesor de la Facultad de Salud Pública y miembros del Comité Permanente por la defensa de los Derechos Humanos, fueron asesinados a la entrada de ADIDA el 25 de agosto de 1987 en donde estaban acompañando el traslado del féretro de Luís Felipe Vélez, Presidente de ADIDA quien había sido asesinado horas antes en esta misma sede. Rodrigo Guzmán, Médico internista del Hospital San Vicente de Paúl, vicepresidente de la Asociación de Médicos Internos y Residentes Seccional Antioquia, fue asesinado el 17 de octubre de 1987. Orlando Castañeda Sánchez, Estudiante de la Facultad de Medicina , fue detenido, desaparecido, torturado y asesinado el 24 de octubre de 1987. Marina Ramírez: Estudiante de la Facultad de Química Farmacéutica, fue asesinada el 24 de noviembre de 1987. Marina era militante de la JUCO, fue asesinada con otros cuatro miembros de su organización en la sede de la JUCO en Medellín, allí murieron también, Irian Suaza, Orfelina Sánchez, Pedro Sandoval y Concepción Bolívar quien tenia cuatro meses de embarazo. Francisco Gaviria Jaramillo(Pacho), Estudiante de la Facultad de Ciencias de la Comunicación, militante del partido Comunista y dirigente de la Unión Patriótica, fue desaparecido, torturado y asesinado el 10 de diciembre de 1987. Luís Fernando Vélez Vélez, Abogado, Profesor de la Facultad de Derecho, había reemplazado a Héctor Abad Gómez en la presidencia del Comité de Derechos Humanos de Antioquia, era miembro del Partido Conservador, fue asesinado el 16 de diciembre.

La lista no terminó ahí, en los meses y años siguientes fueron asesinados Carlos Gonima López, Jesús María Valle, Gabriel Jaime Santamaría y muchos otros dirigentes populares, sindicales, comunales, cívicos y del magisterio porque si la justificación del surgimiento del MAS había sido la lucha contra el secuestro, desde un principio quedó claro que lo que se buscaba era aplicar la misma lógica utilizada por los militares en el Cono Sur que era combatir a los grupos insurgentes pero asesinando a sus simpatizantes, a los amigos, a los vecinos a todo el que se opusiera a sus macabros planes. El MAS fue la primera vez en que la clase política y los servicios de seguridad se unieron al narcotráfico para refundar al país, los acuerdos de Rialito después, fueron la continuación de esta política de aplicación de los Planes de santa Fe I y Santa Fe II propuestos por el Pentágono Norteamericano para los pueblos de América.

Sin embargo, toda esta política represiva no ha podido acabar con los sueños de los colombianos, 20 años después, aquí estamos recordando a Pacho y a todos los compañeros de la Universidad de Antioquia asesinados, este 10 de diciembre a las 3 de la tarde, estaremos en la Plazuela Fernando Barrientos de la Universidad de Antioquia con la misma alegría que Pacho, que Héctor Abad Gómez, que Carlos Gonima nos enseñaron a portar, diciéndoles que seguimos luchando, que la bandera que ellos portaron no ha sido arriada, que sus utopías siguen siendo las nuestras, que una Colombia democrática, libre de la guerra, y sobre todo libre de la tutela y el control de los narcotraficantes es posible y la vamos a construir para todos.